Entre mayo y julio del 2020, más de 200 artesanas tejedoras de diferentes localidades y comunidades indígenas de La Araucanía y Tirúa, realizaron cerca de 900 tejidos, todos con una historia y un relato que han sido documentados cuidadosamente.
Todas sus creaciones se han integrado en grandes mantos, representando con ello el anhelo de una sociedad más entrelazada, colaborativa y solidaria.